Bill
Gates y Warren Buffett han llegado A LA CIMA de la
fortuna debido a la diversificación de
sus negocios. Las empresas que gobiernan son sólo una parte
de su variado patrimonio.
Juntos
podrían financiar todos los créditos dudosos de la banca española
o el desarrollo de la industria militar de Rusia hasta 2020. Con sus
fortunas, pagarían el coste estimado por las aseguradoras del
tsunami de Japón, el rescate de Grecia o los bonus anuales del
conglomerado de Wall Street. Porque sus patrimonios equivalen a toda
la recaudación en España del IRPF, Impuesto sobre Sociedades e
IVA. O a todo el negocio de videojuegos.
Es
el poder de los dos hombres más ricos de EEUU, el último ránking
de Forbes: Bill Gates, cuya fortuna asciende a 56.000 millones de
dólares (39.777 millones de euros), y Warren Buffett, con 50.000
millones de dólares. Entre los dos suman 106.000 millones, lo que
supone que, si se pusieran uno detrás de otro, los billetes de su
patrimonio recorrerían más de 20 veces la distancia entre la luna
y la tierra.
Sólo
desde Mejico, Carlos Slim los supera como el hombre más rico del
mundo, con una fortuna estimada en 74.000 millones de dólares,
gracias a que, durante la crisis, ha ingresado 20.500 millones más,
frente a los 3.000 que han ganado Gates y Buffett.
Cómo
se han hecho ricos
¿Quién
es Bill Gates? A
la mente nos viene Microsoft. Sí, es la compañía que fundó y la
que le reporta más beneficios. Tales son las ganancias que algunos
cálculos estiman que si el millonario se encontrara un billete de
cien dólares en la calle cada cuatro segundos no le saldría
rentable agacharse a cojerlos, pues cobra más con sus negocios en
el gigante de la informática. Pero no es lo único que le hace
rico, más cuando las acciones de Microsoft, de las que poco a poco
se va desprendiendo, no atraviesan su mejor momento. Hamburguesas,
refrescos, telefonía o carretes de fotos también van asociados a
su nombre.
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Los ricos y los negocios |
Estos
son algunos de los sectores de la cartera de inversión de Gates,
con nombres como McDonald’s, Coca-Cola, Wal-Mart o Exxon,
compañías de las que sigue comprando numerosas acciones. O como
Televisa y América Móvil, precisamente, el buque insignia de
Carlos Slim, el gran millonario mexicano que le quitó el primer
puesto en el ránking de Forbes. Tambien tiene incluso intereses en
la industria del reciclado con Republic Services o en Kodak. Tal es
la variedad de inversiones, tan alejada de un negocio como
Microsoft, que, en el portafolio de Gates (gestionado a través de
Cascade Investment y de Bill & Melinda Gates Foundation), el
sector tecnológico tiene un peso de sólo el 1,6%.
Al
contrario, los negocios en el mundo financiero representan ya el
47,6%, pues en su cartera hay un invitado de honor: los 89 millones
de rentables acciones –han llegado a duplicar su precio– en
Berkshire Hathaway, el conglomerado empresarial controlado por
Warren Buffett, la persona que le acompaña en el podio.
El
ránking acostumbra a enfrentarlos. Pero no en la vida real, en la
que los dos multimillonarios han recorrido el mundo para crear un
club de grandes donantes que haga de la filantropía un arte. Aunque
ésa no sea, su actividad principal. Buffett, conocido como el
Oráculo de Omaha por saber hoy las cotizaciones del mañana, es
fuente de inspiración para inversores a los dos lados del
Atlántico.
En
Berkshire Hathaway se alza el pilar de su fortuna, pero con un
negocio cada vez menos centrado en los seguros y más en un
creciente escaparate de compañías de otros sectores que hacen
aumentar su patrimonio. De pequeño, compraba Coca-Cola en paquetes
de 6 botellas a 25 centavos por pack. Luego, las revendía a 10
centavos cada botella.Ya 65 años después, Buffett posee unos 200
millones de la compañía, el 8,6% de su capital.
Una
muestra de su estilo: es coleccionista de acciones
blue-chip y amante de las liquidaciones de temporada, por la que
adquiere acciones de empresas infravaloradas de las que luego no se
desprende. Y la paciencia da sus frutos, pues las revalorizaciones
son inmensas.
Para
muchos, ése es el secreto de su fortuna. Hoy, atesora más del 18%
de The Washington Post, el 2,6% de Procter & Gamble o el 2% de
Sanofi-Aventis. Y cerca del 12% de American Express y el 7% de Wells
Fargo. Estos últimos casos dicen mucho de Buffett. La
diversificación es la bandera, pero el sector financiero tiene un
protagonista, suponiendo el 41% del total. Sucede lo mismo que en la
cartera de Gates, a cuyo trono se acerca.
El
reinado de Slim:
EEUU
es el país con más ricos en el mundo. Suma 413, cifra récord de
la lista de 2011. Pero el país ya no puede presumir de contar en
sus filas con la persona más rica del mundo. Ese trono ha vuelto a
corresponder al mexicano Carlos Slim, que arrebata de nuevo la
medalla de oro a Bill Gates, a quien las donaciones filantrópicas
le relegan a un segundo puesto.
Pero,
aún sin esa caridad, las cifras de Slim son grandiosas: en sólo
una año, y además en un momento de fuerte recesión, eleva en
20.500 millones de dólares su fortuna. Sólo con su extra podría
pagar, la recapitalización de la banca española. Atesora ya 74.000
millones de dólares. “Tiene innumerables negocios, pero el de las
telecomunicaciones le ha ido muy bien porque atraviesan un gran
momento. Su gestión demuestra también la virtud de la
diversificación”, explican desde Forbes.
Una
vistazo a su cartera muestra que la integración de América Móvil
con Telmex y Telmex Internacional, junto con la apreciación del
peso, hacen de las telecomunicaciones la joya de un imperio que Slim
completa con inversiones en comercio, industria, minería,
alimentación, tabaco, finanzas u hostelería. Para sus
competidores, su suerte no es gratuita y le acusan de un poder de
mercado casi monopolístico en sus compañías. La verdad es que sus
inversiones son las menos variadas del podio. Los únicos negocios
que se salen de su regla general son las participaciones
minoritarias en The New York Times.